"Todas las enfermedades comienzan en el intestino" Hipócrates
En los últimos 100 años, la industrialización del sector de alimentos ha cambiado dramáticamente. Esta dieta alta en alimentos procesados, alta en azúcar, en grasas hidrogenadas y baja en fibra ha afectado de manera importante nuestra flora intestinal, contribuyendo a esta pandemia de enfermedades crónicas, que cada día se evidencia más cuando se junta con la pandemia del covid- 19. 94% de las muertes causadas por covid tienen comorbilidades tales como hipertensión, obesidad, diabetes o demencia, mientras que solo el 6% no ha tenido evidencia de alguna otra enfermedad y en promedio, para una persona morir de covid- 19, se tiene un 2,6 de diagnósticos adicionales.
La comida que comemos no alimenta solamente las células de grasa, también determina qué tipo de flora tenemos en nuestro intestino. La flora o microbiota intestinal está llena de bichitos que determinan más nuestra salud y nuestro bienestar emocional de lo que te puedes imaginar. Mantener estos bichitos sanos es lo más importante que puedes hacer para recuperar tu salud y mantenerla. Es así de sencillo: si esta bacteria está enferma, tú también lo estarás.
La pared del intestino es la casa del 70% de las células que sostiene al sistema inmune. Puede que nunca hayas conectado las alergias, la artritis, las enfermedades autoinmunes (Colon irritable, acné, fatiga crónica), los cambios de humor, el autismo, la demencia o el cáncer, con problemas digestivos. Hay que arreglar el intestino para arreglar la salud. La salud gastrointestinal afecta literalmente a todo tu cuerpo.
De igual manera, debes tener en cuenta el rol tan importante que tiene el intestino. Este descompone los alimentos, absorbe los nutrientes, filtra las toxinas y produce nutrientes. ¡Eso es bastante trabajo! Para inmunidad óptima, para desintoxicar y nutrirnos, el intestino debe funcionar al 100%.
Por otro lado, el intestino también es casa de más de 500 especies que pesan más de kilo y medio. Actualmente el área de investigación que se enfoca en la microbiota y cómo esta contribuye a la composición corporal, las enfermedades y la salud, crece de manera significativa.
Demasiados bichos malos y pocos buenos es un detonador de serios problemas para la salud y el estado mental. De hecho, en un estudio danés de 123 personas (no obesas) y 169 (obesas), los investigadores encontraron que los individuos con pocas cantidades de bacteria saludable acumulaban más grasa, eran más propensos a tener resistencia a la insulina, dislipidemia (niveles exagerados de colesterol) e inflamación, comparado a los que sí tenían mayor cantidad de buenas bacterias.
La flora sobrevive con lo que le damos de comer, por eso nos debemos asegurar de darle alimentos reales. Hoy en día, los científicos hablan de transplantes fecales (infusionar material fecal de alguien dentro de ti) para bajar de peso. ¿Qué tan loco suena eso? Sin embargo, un enfoque mucho más fácil y llamativo es alimentar tu bacteria con los alimentos adecuados y aprender cómo fertilizar este gran jardín interno.
¿Y si te preguntas cómo debes hacerlo? Pues es muy sencillo: dándole de comer alimentos reales, integrales y frescos, porque solo así la buena bacteria sobrevive. Si comemos comida chatarra los bichos malos florecen, causando problemas como intestino impermeable, acumulación tóxica e inflamación. Hormonas como la insulina, que regulan la grasa, se descontrolan y terminamos antojándonos más por este tipo de alimentos. Sin embargo, lo bueno de todo esto es que la microbiota cambia con cada bocado, así que podemos impactar de manera positiva a la flora intestinal con nuestra próxima comida.
Tu Segundo Cerebro…
El sistema nervioso del intestino también actúa como tu segundo cerebro. Los científicos han encontrado que la relación cerebro – intestino juega un papel importante en la función gastrointestinal, pero también en el estado de ánimo y en la toma de decisiones intuitivas.
Además del cerebro, el intestino es el único órgano que tiene su propio sistema nervioso. Es más, solo el intestino delgado tiene la misma cantidad de neuronas que la médula espinal. El nervio del intestino produce el 95% de la serotonina y cualquier tipo de neurotransmisor de tu cerebro también está en el intestino. De hecho, el intestino tiene más neurotrasmisores que el cerebro.
Con esto podemos entender por qué nuestro intestino debe estar equilibrado para que nuestro cerebro y nuestra mente estén equilibrados. Desbalances de la relación mente – intestino se manifiestan en una gran cantidad de desórdenes como pueden ser: desórdenes funcionales e inflamatorios del sistema digestivo, obesidad o desórdenes alimenticios.
Todos hemos experimentado mariposas en el estómago. Los japoneses ven al intestino como el asiento de la mente y el alma. Si algo interrumpe la comunicación del cerebro y el intestino, tu salud se compromete.
¿Qué desequilibra la salud gastrointestinal?
En un mundo perfecto el intestino de por sí tiene mucho trabajo para mantener todo bien, pero en la sociedad moderna la cantidad de cosas que pueden afectar se multiplica. A continuación te mostramos algunos aspectos que afectan al intestino:
1. Una dieta alta en alimentos procesados: estas dietas bajas en nutrientes hacen que todas las malas bacterias y levaduras crezcan y dañen todo nuestro ecosistema.
2. La sobremedicación: antiinflamatorios, antibióticos, antiácidos y los esteroides dañan dramáticamente el intestino y bloquean el correcto funcionamiento del sistema gastrointestinal.
3. Infecciones e imbalances en el intestino. incluyendo el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado. Crecimiento excesivo de levadura y parásitos.
4. Toxicidad excesiva : incluyendo mercurio y toxinas provenientes del moho.
5. Falta de producción de enzimas digestivas: estrés, antiácidos (incluyendo bicarbonato de sodio), deficiencias de zinc.
6. Estrés: el estrés crónico altera el sistema nervioso del intestino, que se traduce en intestino impermeable y el cambio de los niveles normales de bacteria en el intestino.
Volver a equilibrar el intestino
Todo comienza por la dieta, enfócate en vegetales altos en fibra, frutas bajas en azúcar, granos libres de gluten y legumbres. Asimismo, considera hacer una dieta de eliminación para identificar sensibilidades a la comida.Remueve por completo el gluten, los lácteos, levaduras, maíz, soya y los huevos por una o dos semanas, a ver qué tal te sientes y qué pasa con los síntomas. Puedes contactarnos y te podemos enseñar el paso a paso para reemplazar estos alimentos por alimentos reales, frescos e integrales.
Normalmente hacemos estos 4 pasos para volver a restaurar el sistema digestivo, pero siempre es bueno tener a un médico apoyando el proceso. Nosotros podemos ayudarte a encontrar el indicado. Los pasos son los siguientes:
1. Remover los bichos malos, las drogas y los alérgenos de la comida
2. Añadir enzimas, fibras y prebióticos
3. Reincorporar la buena bacteria (probióticos)
4. Suplementar con omega 3, zinc, glutamina para reparar el intestino
*Basados en The Blood Sugar Solution 10- Days Detox Diet del Dr. Mark Hyman.
En Mitho Wellness Club hacemos un planes de nutrición totalmente personalizado que ayude a cuidar la salud intestinal y como consecuencia la mente. Estos planes deben estar alineado con los objetivos de cada persona. Este es un procedimiento necesario antes de empezar cualquier plan de bienestar.